A Xiaomi le están creciendo los enanos desde que lanzó al mercado el nuevo Xiaomi SU7 Ultra y es que, aunque pueda parecer que está siendo un total exitazo, lo cierto es que por culpa de uno de sus accesorios opcionales la marca está sufriendo un auténtico calvario. Estamos hablando del capó de fibra de carbono con doble toma de aire que podemos comprar por unos 5.800 dólares cuando configuras el coche y, aunque pueda parecer una toma de aire completamente funcional, la realidad es que es decorativo.
En este caso, los usuarios se están quejando (y con razón) de que es un extra carísimo que además se anunciaba como un sistema de refrigeración "a nivel de circuito". Pruebas independientes han demostrado que ese capó no canaliza apenas nada de aire, no mejora la refrigeración de los frenos y tampoco aporta la carga aerodinámica que muchos daban por hecha así que, los que se lo han comprado para mejorar el rendimiento, se han llevado un chasco de época.
Los clientes piden que se les devuelva el importe íntegro del coche
Toda esta polémica arrancó a principios de mayo, cuando varios blogueros del mundo del motor empezaron a poner a prueba el famoso capó que Xiaomi promocionaba como diseño inspirado en coches de circuito. Uno de ellos llegó a colocar papel higiénico cerca de las tomas mientras soplaba con un ventilador, y el resultado fue que ni siquiera se movía así que, más claro, el agua.

Pero lo peor llegó después ya que, al desmontar la pieza, se vio que no mejora la refrigeración de los frenos ni ayuda en la aerodinámica como se daba a entender. Con la que se acabó montando, Xiaomi Motors salió al paso con una disculpa pública que no terminó de convencer a nadie: admitieron que su comunicación había sido “poco clara” y que ese capó, en realidad, estaba más pensado para parecerse al prototipo que para rendir de verdad.
Evidentemente, intentaron dar una solución para todos sus clientes y dió dos opciones a modo de compensación: por un lado, los que aún no han recibido el coche podían cambiar al capó de aluminio estándar con el reembolso correspondiente y, por el otro, quienes ya lo tenían instalado o tenían el pedido confirmado, iban a recibir un total de 20.000 puntos de fidelidad, lo que equivale a unos 250 euros al cambio.
Como era de esperar, esta solución no ha convencido a los usuarios y un total de 300 de ellos decidieron organizarse para exigir directamente el reembolso completo del coche. Para ello, argumentan que, llámalo publicidad engañosa o comunicación deficiente, el error es de Xiaomi, no suyo, y lo cierto es que no les falta un ápice de razón.
A día de hoy no tenemos idea alguna de cómo va a acabar toda esta historia, pero la única realidad es que Xiaomi está en un serio aprieto y hasta el propio Lei Jun está teniendo dificultades para poder gestionar el aluvión de críticas que están recibiendo. Veremos qué ocurre finalmente, pero habrá que estar muy atentos para ver cómo afecta todo esto a las ventas de coches eléctricos de la marca de aquí en adelante.
Fuente | CarNewsChina
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