Llevas años tirando la piel de las mandarinas a la basura sin saber que son una 'navaja suiza' para tu casa

Nos encantan los trucos para el hogar que, entre otras cosas, nos ayudan a ahorrar dinero en otros menesteres. Somos muy dados a tirar los restos de todo pero en el caso de las mandarinas, y en menor medida de las naranjas, casi todos sus restos son perfectamente aprovechables. Por eso te vamos a enseñar lo mejor que puedes hacer con sus cáscaras en lugar de que acaben en la basura.

Las cáscaras de mandarina son tremendamente versátiles porque tienen un montón de propiedades que traen beneficios tanto para tu salud como para tu hogar. Así, vamos a recomendarte que, en lugar de tirarlas, coloques las cáscaras de mandarinas al sol para aprovecharlas al máximo. Así que ya sabes. Te comes el interior y dejas el exterior al sol para poder hacer todo esto.

Para qué usar cáscaras de mandarinas al sol

Poner cáscaras de mandarinas al sol trae un beneficio bastante interesante para las mismas ya que se secan. ¿Qué logramos secándolas? Entre otras cosas, que no aparezca moho, y que podamos usarlas durante mucho más tiempo sin que nuestra salud corra peligro. Ya sabéis que el moho son bacterias proliferando y así las evitamos al máximo. Si almacenáramos las cáscaras de mandarina sin secar, nos podríamos meter en un importante lío.

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Pero además, colocarlas al sol tiene un efecto que no mucha gente conoce. Colocar las cáscaras de mandarina al sol hace que su aroma se potencie, convirtiéndolas en mucho más fragantes. Como veis, dos beneficios por el precio de cero, porque colocarlas al sol es completamente gratis, y de camino nos podemos ahorrar gastar dinero en ambientadores. Pero te mostramos cuáles son los cuatro principales usos de las cáscaras de mandarina secadas al sol.

1. Tés digestivos y calmantes. Si somos aficionados al té, el té de cáscaras de mandarina no sólo está muy bueno y es aromático sino que también ayuda a la digestión, alivia el gas y la hinchazón abdominal. Basta con hervir las cáscaras en agua durante unos 5 ó 10 minutos y ya lo tendremos listo. ¿Un consejo personal? Un pequeño chorrito de miel antes de beberlo para llevarlo a otro nivel.
2. Perfumar y limpiar ambientes. Por un lado, las cáscaras de mandarina secadas al sol en bolsas de tela se convierten en ambientadores naturales perfectos para cajones y armarios. Pero por el otro, si ponemos cáscaras en vinagre blanco durante unos días tendremos un perfecto limpiador natural capaz de desinfectar, de devorar grasa y de eliminar olores.
3. Exfoliante para la piel. Si mezclamos polvo de cáscara de mandarina seca con miel o yogur, tendremos un exfoliante natural con un excelente olor. Nos ahorraremos un dinero importante en cosméticos.
4. Condimento y aromatizador para cocinar. Ya te hemos dicho que la cáscara de mandarina es aromática, y se vuelve a demostrar si la usamos (molida) para hacer postres o incluso para platos salados como marinados o risottos. Y si la combinas con canela y clavo, obtienes un condimento magnífico.

Para que veas lo mucho que puedes hacer con las cáscaras de mandarina al sol. Y tú tirándolas a la basura. Y yo, claro, que también las tiraba.

Vía | Tudogostoso
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